
Álvarez
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El penalti anulado a Julián Álvarez en el partido entre Argentina y Ecuador durante la última fecha de las eliminatorias sudamericanas al Mundial de 2026 ha generado una discusión apasionada entre los analistas arbitrales. Desde el momento en que el árbitro ecuatoriano, Guillermo Guerrero, decidió anular la decisión inicial que había favorecido a la selección argentina, las opiniones sobre la corrección de la jugada han estado divididas. Mientras algunos defienden la aplicación rigurosa de las normas, otros sugieren que la intervención del VAR (sistema de asistencia arbitral por video) podría haber influido en una decisión controvertida que sembró incertidumbre en muchos, incluso en los propios analistas.
La jugada en cuestión: contexto y decisión inicial
El partido entre Argentina y Ecuador, que se disputó el 12 de octubre de 2023 en el Estadio Monumental de Buenos Aires, fue clave para las aspiraciones de clasificación de la Albiceleste al próximo Mundial. En el minuto 29 de la primera mitad, tras un pase filtrado de Lionel Messi, Julián Álvarez logró penetrar la defensa ecuatoriana y cayó dentro del área tras un aparente contacto con el defensor Pervis Estupiñán. El árbitro Guerrero no dudó en señalar la pena máxima, indicando que el jugador ecuatoriano había cometido una falta al interceptar a Álvarez.
Sin embargo, el VAR intervino en la jugada y, después de revisar las imágenes, el árbitro principal decidió anular su decisión inicial. La razón principal, según el informe oficial y la interpretación de las imágenes, fue que el contacto de Estupiñán con Álvarez no fue suficiente para considerar que existiera una falta. Además, se argumentó que el delantero argentino se había dejado caer de manera exagerada, sin que el defensor ecuatoriano cometiera una infracción clara.
El debate: “no hay robo”
Una de las primeras reacciones tras la anulación del penalti fue el comentario de algunos sectores que defendieron la decisión del VAR. Varios analistas consideraron que la intervención del video asistente arbitral fue correcta, ya que la jugada era lo suficientemente dudosa como para justificar una revisión. De acuerdo con estos analistas, no había “robo” en la decisión porque, desde su perspectiva, el árbitro había tomado la decisión basándose en criterios técnicos y objetivos.
El ex árbitro internacional, Pablo Lunati, en su análisis, sostuvo que la intervención del VAR era necesaria para evitar un fallo incorrecto. “Es una jugada muy cerrada. Si el árbitro no está completamente seguro de la falta, el VAR tiene el deber de intervenir. En este caso, es correcto que se haya anulado el penalti”, afirmó. Lunati, como otros analistas, subrayó que el VAR está diseñado precisamente para situaciones en las que las decisiones arbitrales pueden ser erróneas, y que, en este caso, la anulación de la pena máxima fue una corrección que buscó la justicia deportiva.
La postura crítica: “no estaría tranquilo”
Por otro lado, otro sector de los analistas arbitrales, aunque no discute la intervención del VAR como herramienta válida, muestra una postura más crítica. Consideran que la decisión de anular el penalti genera dudas sobre la consistencia en la aplicación de la norma. En este grupo se encuentra el ex árbitro y comentarista, Horacio Elizondo, quien planteó que si bien el VAR ayudó a corregir una posible decisión errónea, no estaba completamente seguro de que la jugada se haya resuelto de la mejor manera.
“En el fútbol, a veces las interpretaciones son subjetivas, y en este caso, el árbitro no tuvo una visión tan clara. Cuando revisas la jugada, puedes ver que hay un contacto, y aunque no sea suficiente para un penalti claro, sí hay una falta. En mi opinión, no estaría tranquilo con la decisión tomada”, expresó Elizondo. Para él, la jugada era suficientemente ambigua como para generar una cierta incertidumbre. Argumentó que, aunque no era un “robo” ni una injusticia flagrante, el hecho de que el VAR interviniera y anulara la decisión sin una mayor explicación de la naturaleza del contacto dejaba abierta la puerta a la controversia.
La interpretación de la “intención” en el fútbol
Un aspecto clave de este debate es la interpretación de la “intención” del jugador al momento del contacto. En el caso del penalti anulado, algunos analistas sugieren que el defensor Estupiñán no tenía la intención de cometer una falta, pero el contacto físico que generó la caída de Álvarez fue suficiente para poner en duda la decisión arbitral. Para muchos, la falta de “intención” no debería ser un factor decisivo en la evaluación de una jugada. El fútbol moderno, argumentan algunos, debe basarse más en las consecuencias de la acción que en las intenciones de los jugadores.
En este sentido, los críticos de la decisión consideran que, aunque el contacto no fue tan violento como para derribar al delantero, la interpretación de la jugada debería haberse basado en el efecto que tuvo sobre Álvarez. Esto abre un interrogante sobre la influencia de la “teoría de la simulación” en el fútbol actual. ¿Es posible que la decisión haya sido influenciada por la percepción de que Álvarez se dejó caer? ¿O fue el contacto tan sutil que no justifica la sanción?
El VAR como herramienta de controversia

El VAR ha sido un sistema que ha dividido opiniones desde su introducción en el fútbol. Mientras algunos lo ven como una herramienta que garantiza la justicia en el deporte, otros consideran que ha generado más controversias que soluciones definitivas. En el caso del penalti anulado a Julián Álvarez, muchos coinciden en que el VAR no es la causa del debate, sino más bien la manera en que se utiliza y se interpreta. La intervención del video asistente arbitral ha sido cuestionada en varias ocasiones por no ofrecer siempre respuestas claras y definitivas. En este caso particular, aunque el VAR fue utilizado para revisar la jugada, la decisión de anular el penalti dejó abierta la discusión sobre la interpretación del árbitro principal y del propio sistema.
Conclusión: ¿error o acierto?
Al final, el penalti anulado a Julián Álvarez refleja un claro ejemplo de cómo el fútbol moderno se enfrenta a desafíos interpretativos en el uso del VAR. Mientras algunos analistas sostienen que no hay “robo” y defienden la corrección de la decisión, otros no pueden evitar sentirse incómodos con la falta de claridad en la aplicación de la regla. Lo que está claro es que, aunque el VAR puede ser una herramienta poderosa, la interpretación humana sigue jugando un papel crucial en la toma de decisiones y en la generación de controversias. Por ello, la duda persiste: ¿la tecnología mejora la justicia deportiva o genera más incertidumbre? En este caso, muchos no estarían tranquilos con la aplicación de la norma, y la controversia continuará alimentando los debates en torno al futuro del arbitraje en el fútbol.